Cultura

Escuela municipal de trajes regionales del Ayuntamiento de Piélagos, dos décadas hilvanando y cosiendo la historia de Cantabria

El concejal de Cultura, Roberto Ruiz Argumosa, recuerda que fue creada para vestir a los alumnos y alumnas de otra escuela municipal, la de folclore, con el objetivo de que éstos actuasen siempre ataviados con los trajes tradicionales

Dos décadas después, la Escuela municipal de trajes regionales del Ayuntamiento de Piélagos, dirigida por la diseñadora y profesora de corte y confección Mª Jesús Pérez Díaz, continúa hilvanando y cosiendo, cada curso escolar, la historia de Cantabria.

El concejal de Cultura, Roberto Ruiz Argumosa, ha recordado que fue creada para vestir a los alumnos y alumnas de otra escuela municipal, la de folclore, con el objetivo de que éstos actuasen siempre ataviados con los trajes tradicionales.

Desde entonces, bajo la dirección ininterrumpida de Mª Jesús Pérez Díaz, la Escuela municipal de trajes regionales ha sido y sigue siendo punto de encuentro de vecinas de todas las edades, no sólo mayores sino también jóvenes, interesadas en aprender a cortar y confeccionar su propio traje.

Más de 300 trajes hechos a mano

Ruiz Argumosa ha hecho hincapié en que, a lo largo de sus dos décadas de historia, a través de esta escuela municipal se han confeccionado más de 300 trajes, de niño y niña, pero también de hombre y mujer, hechos a mano.

En este sentido, ha explicado que se trata de atuendos de diferentes colores y estilos y es que,  según ha dicho, Cantabria cuenta con una gran variedad de trajes: romería, pasiegas de gala, nodriza, pescadora, campurriana, vendedoras de tela, etc.

El edil ha destacado que esta escuela municipal cultural enseña a sus alumnos a realizar una amplia variedad de prendas que, en el caso de los trajes de mujer, incluyen la camisa de tela de lino con pequeñas lorzas o pliegues alrededor del cuello; el refajo, que es la falda de color  (amarillo, rojo, verde…) con franjas de terciopelo negro y la falda de tela gruesa, bayeta, sayalete o terciopelo.

En las clases de la Escuela municipal de trajes regionales del Ayuntamiento de Piélagos se aprende también a confeccionar el delantal, normalmente de terciopelo adornado con pasamanería; la faldiquera, que siempre va debajo de la falda -excepto en el traje campurriano- y se usaba como bolso; la chaqueta, para el traje de pasiega o el chaleco o justillo, cuando es de romería.

Además, se confeccionan los escarpines, para las albarcas y se elaboran de manera artesana adornos y complementos como pendientes y collares fabricados con coral, lapislázuli, azabache y plata; paraguas y los mantíos, que es el conjunto de paños que forman el toldo del cuévano niñero.

El responsable de Cultura ha apuntado que, cuando se trata de trajes para hombres, la escuela municipal enseña a realizar las piezas que lo componen, es decir, la camisa, adornada con vainicas; el chaleco; la chaqueta; el pantalón, que la mayoría de las veces va con remonteras, que son adornos de otro color y los escarpines o chátaras.

Por último, confeccionan los sombreros, que pueden ser, según el traje, la montera, el de copa o el galero.