Educación

Los alumnos y alumnas del Colegio Eutiquio Ramos de Parbayón muestran en una exposición colectiva su visión de la vida y obra de Wassily Kandinsky

Con esta actividad ha finalizado un proyecto cultural en el que estos 34 niños y niñas, con edades comprendidas entre los 3 y los 9 años, han venido trabajando en las tres aulas del centro, donde el arte es, durante este curso 2019-2020, el eje que vertebra todo el currículo escolar

Los alumnos y alumnas del Colegio Eutiquio Ramos de Parbayón han mostrado a familiares, amigos, vecinos y representantes del Ayuntamiento de Piélagos su visión de la vida y obra de Wassily Kandinsky.

Lo han hecho en una exposición colectiva, que ha puesto el punto final a un proyecto cultural en el que estos 34 niños y niñas, con edades comprendidas entre los 3 y los 9 años, han venido trabajando en las tres aulas del centro, donde el arte es, durante este curso 2019-2020, el eje que vertebra todo el currículo escolar.

Laura Salmón, la directora del centro educativo, incide en que, a través de él, los alumnos y alumnas trabajan aspectos como la lectoescritura, los conceptos matemáticos y muchas cosas más, siempre adaptadas a las competencias de cada nivel educativo.

“Somos tres unidades y pensábamos trabajar cada una de ellas un artista, pero vimos que era mucho mejor hacerlo todos juntos, ya que esta es una seña de identidad del centro, el contacto permanente de nuestros niños y niñas”, explica Laura Salmón, quién apunta que, por ello, finalmente, decidieron implicar a todo el alumnado y elegir a Kandinsky por las formas geométricas y el uso de los colores básicos.

Un museo en el cole

La directora del Colegio Eutiquio Ramos cuenta que empezaron a hacer cuadros, a trabajar con la luz y los objetos, utilizando distintas técnicas, en función de la edad de los alumnos: desde plastilina, con los de 3 años, hasta creaciones de poesía, con los de 9.

“Poco a poco, fuimos creando un museo en el cole y se nos ocurrió que a este trabajo había que darle luz y enseñarlo a las familias y a nuestros vecinos”, rememora Laura Salmón.

En la misma línea, hace hincapié en que, dado que en el currículo de Educación Primaria está el lenguaje y la expresión oral, las docentes del centro decidieron hacer una exposición pública, que sirviera de puesta de largo del proyecto, como paso previo a otro nuevo que les llevará a adentrarse en el arte rupestre.

La vida y obra de Kandinsky, vista por un niño

Antes de convertir el centro en una cueva para viajar a la prehistoria, los alumnos y alumnas de Primaria presentaron al público los contenidos de una exposición integrada por sus obras de arte, hechas a partir de otras representativas del artista ruso, precursor del arte abstracto, como, por ejemplo ‘El jinete azul’, ‘Paisaje’, ‘Cuadros con círculos concéntricos’, ‘Composición VIII’ o ‘Amarillo-rojo-azul’, realizadas entre los años 1903 y 1925.

De hecho, en esta muestra colectiva se pueden contemplar retratos en acuarela del propio Kandinsky; metáforas visuales, confeccionadas con círculos que se convierten en unas gafas, unas ruedas o una gallina; las luces del artista ruso, a través de las ventanas de la escalera; la reinterpretación de sus círculos concéntricos, elaborados con masa de pan o caracoles de plastilina.

También esculturas de líneas, para las que se utilizaron materiales reciclados; su versión de algunos de sus más populares obras; una escultura móvil de madera; trabajos de esculto-pintura, donde estos jóvenes artistas pasaron del plano al volumen  o un árbol de los poemas, donde dentro de círculos pueden leerse frases como ésta: “El arte es flotar, sólo tienes que imaginar que estás en el mar”.